viernes, 4 de noviembre de 2016

a veces cuando nos atrae alguien somos un poco egocéntricos, pensando que por qué no nos escribe, que por qué no responde, como si tuviera la obligación de pensar en uno a todas horas del día nada más porque nos atrae y me asusto, me da miedo cuando me doy cuenta que estoy pensando de ésta manera

¿por qué?

¿por qué de repente quiero saber todo lo que hagas, el por qué, para qué, y cómo?

¿por qué de repente quiero besarte la cara cuando la atracción es solo por tu mente de tanto que admiro tus cualidades?

¿por qué de repente me obsesiono y mi mente quiere ser el piso por donde caminas, el cielo que llegues a observar y cada objeto/cosa que tus manos toquen?

¿por qué de repente solo quiero pasarme los días a tu lado conversando, incluyendo los días en que no te soporte, aun sabiendo que suelo necesitar soledad?

¿por qué tú y nadie más?

¿por qué de repente empiezo a imaginar escenas que probablemente nunca lleguen a pasar y me despego de la realidad?

basta, uno se desilusiona porque uno mismo se ilusionó

cómo lucho para no ilusionarme, ni pensarte, porque no quiero herir a mi propio corazón

tengo miedo de involucrarme, de entregarme, de cegarme y que luego me arrepienta porque algo salga mal

tengo miedo, y aun así quiero vencer el miedo contigo

No hay comentarios:

Publicar un comentario