lunes, 26 de octubre de 2015

estoy cansada de salir de mi casa y pensar
que cualquier cosa pueda convertirse en pistola, en navaja
que cualquier situación agradable, se pueda convertir en un robo
y que te roben la felicidad y hasta mucho más
que no somos libres ni en las calles, ni en las plazas
que no sé lo que significa libertad

no se es feliz teniendo que voltear a todos lados,
rompiéndonos los cuellos, pelando los ojos más de la cuenta
para asegurarnos de que todo está bien a nuestro alrededor
no se es feliz teniéndole miedo a la noche por las calles y perderse de las estrellas
no se es feliz sin poder disfrutar porque el dinero no alcance y crezca la inflación

estoy cansada de fingir que estoy bien,
que estoy feliz independientemente del lugar
y si, de vez en cuando me obligo a sonreír,
porque estoy aquí, porque pienso disfrutar todos mis días
sin importar que en algunos no me vaya a divertir

estoy cansada de sentir tanto a mi corazón,
y no de la manera bonita que la pinta todo el mundo
la taquicardia y la ansiedad a veces se adueñan de mí,
y se me olvida que existe la tranquilidad
como si mi corazón tuviera miedo de vivir en este cuerpo
que se encuentra en un país lleno de inseguridad
no crece lo que debería, no muere lo que debería

uno siempre habla de que en el pasado todo era mejor,
porque todo era más tranquilo, más honesto,
pero en realidad estos pasos hacia atrás que se dan aquí no lo son
aun así, desearía volver a atrás, a mi niñez cuando todo se encontraba bien,
o por lo menos en mi mente, y no vivía consciente
del peligro a mi alrededor, de la inflación, de la gravedad de la situación

quiero mucho al lugar y a la gente por donde vivo, pero al mismo tiempo los odio

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