eran mis ojos los que amaban contemplarte,
cualquier cosa que hacías les parecían interesantes,
a veces sin querer se me iban las manos
aunque intentara hasta morir de mirar sin tocar nada,
te recorrían como si fueras el camino de un río,
te recorrían como lo hacían mis ojos cuando te miraban
y lo que veía en ti me creaba sonrisas, así fuera de reojo
lo que veía en ti me gustaba, y veía en ti caminos
porque nuestras miradas crean caminos hasta por donde no existen
y eso se quedó grabado en mis ojos
cada vez que te vea lo haré de una manera distinta a los demás
no es que te esté extrañando
no de manera especial
veré en ti lo que te llevaste de mí
algo que no regresará
así como el tiempo
te veré en los lugares que frecuentamos
te veré en las palabras que dijiste, dichas por otros
te veré en las acciones que realizaste, hechas por otros
te veré en mis sueños
y te veré en eso que nadie pero sólo tú tienes
te veré junto con eso que te llevaste
como quien se consigue un billete en la calle
y se lo queda sin pensarlo
como quien se consigue en la nevera un chocolate
y se lo come sabiendo que no le pertenece
te llevaste mucho, y sólo me dejaste con mis ojos
que se nublaron de azul
y los caminos que crearon
eran sólo los que las lágrimas dejaron
en mi rostro
las lágrimas sirvieron como señal
de que realmente eras una calle ciega
y que por allí no era mi camino
No hay comentarios:
Publicar un comentario