fue sin querer cuando se prendió una chispa entre nosotros,
como niños curioseando,
explorando,
jamas pensamos que seria malo,
pero la chispa creció volviéndose una gran torre de fuego,
que resultó tan atractiva como tú, y me dejé llevar,
en lo rojo, en lo amarillo, y lo azul tal vez,
me perdí en los colores,
me perdí en el calor,
no regresé, no supe como,
ni te volví a ver.
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