Recuerdos de la niñez

rodaba y rodaba en mi bicicleta, al mismo tiempo que me lanzaba por un tobogán,
y al llegar abajo, salté hacia el columpio, en donde el aire que pegaba contra mi cara me hacia recordar
empecé a saltar la cuerda, hasta llegar a lo mas alto
para caer en una rama, y resbalar hasta la casa en el árbol

mi mamá me llamaba
y regresaba a la realidad
para comer
y volver a la vida normal

Rota

como el viento y todo lo que sopla,
como el agua y todo lo que fluye,
soy difícil de romper,
y aun así estoy rota, triste,
como las lagrimas al llorar,
como el aire que sale de mi boca al suspirar...

Frágil

Como una mariposa que va volando por un jardín, se posa en una ventana, y se queda contemplando una taza de café, la mariposa decide posarse justo en el borde de la taza. Por alguna razón de la vida, cae en el café, pero la taza también empieza a caer y la mariposa pudo agarrar vuelo...

Tan frágil como esa taza soy, y tan igual a la mariposa eras, que te asustaste al caer en mi, y cuando yo caía no fue que me dejaste caer, si no que aprovechaste a escaparte.

Adiós

me doblaba,
me acariciaba,
me hacia con mucho amor,
pensó en pintarme,
rayarme,
pero creyó que me arruinaría,
empezaba a llover,
y dijo que el momento perfecto se acercaba,
me arregló,
tomó aire,
me lanzó mientras decía "adiós"
y a medida que caía,
cerraba la ventana.
Justo en las raíces de un árbol,
quedé mojada,
sintiéndome mas débil, y sin fuerzas,
quedé abandonada,
como los sueños de quien me creó,
como una flor que fue arrancada y se marchitó.

Efímera

y me besó
me volvió mariposa y pude volar
hasta posarme en la rama de un árbol
en donde me volvió flor
en donde una abeja llegó y me robó el corazón
empecé a envejecer
empecé a ser frágil
y me marchité
mis pétalos cayeron en el pecho de una mujer
que había estado llorando por los pocos días que tenía
una lágrima cayó en mi pétalo,
una ráfaga de viento pegó contra su pecho
y latí, latí como nunca lo había hecho
corrí en lo rojo por todo su cuerpo
hasta llegar a su boca y sentir un beso
el beso que se llevó mi alma, que se llevó mi vida
el beso que me volvió efímera

Nostalgia

subía unas escaleras en mi mente,
en la que cada escalón se encontraba un momento,
que ya no recuerdo como empezó o como terminó,
solo ese momento que se repetía una y otra vez.
subía y subía, hasta llegar al último escalon,
en donde ya no recordaba más,
en donde el dolor abundaba por no poder revivir los momentos,
por no poder retroceder
ahí cuando la escalera se volvía tobogán,
caía en la realidad,
una o dos lágrimas cayeron igual
y me dormía,
soñando y volviendo a recordar.

Soledad

La edad a través de cada persona contemplaba al sol, se enamoraba, y se perdía completamente contando sus rayos de luz, hasta se excitaba con sólo sentir su calor, le atraía más que la luna, simplemente por el hecho de no poderlo ver del todo. A diferencia del sol, la edad moría muy seguido, pero el siempre la esperaba en el mismo lugar, y ella siempre volvía a nacer.
Un día entre todo el amor, donde la luz, el calor, los números y el infinito se mezclaban, nació Soledad, muy distinta a ellos, muy insegura, y que moría de envidia de la relación de sus padres.

Por eso, ahora Soledad se la pasa separando a las miles de edades y soles que ve en cada pareja por el mundo.

Caótica.

Por primera vez me sentía segura de mí misma
y sólo unas cuantas palabras salieron de mi boca cuando la lava empezó a quemar
las personas cercanas a mí y empecé a llorar,
los arboles que me daban oxigeno y me empecé a sofocar,
los techos se derrumbaron por no tener paredes ni pisos y quedé descalza,
en medio de todo el desastre causado por mis palabras,
me sentí caótica, me sentí como un volcán,
me cosí la boca y mas nunca volví a hablar.

Manos

Intenté abrir esa puerta que mi madre me dijo que nunca abriera
pero a medida que crecia
tenia más curiosidad
el misterio me llamaba
y no pude seguir esperando...
Abrí la puerta y encontré cien millones de manos
de esos hombres que querian tocarme y enamorarme
la excusa de mi madre
fue que simplemente quería protegerme.

Luz

Así como la luz de sol,
que se va en un atardecer.
Así como la luz de las velas en mi cumpleaños,
me sentía sola en medio de toda la oscuridad,
en medio de todos los ojos,
que me miraban deseando apagarme.
Así como la luz de un bombillo,
al apagarse para dormir.
Así como la luz de las estrellas,
que aunque titilan ya hace tiempo que se murieron.
Así como esas luces,
Atardecí, me dormí, me apagué, y morí.

Perdida

fue sin querer cuando se prendió una chispa entre nosotros,
como niños curioseando,
explorando,
jamas pensamos que seria malo,
pero la chispa creció volviéndose una gran torre de fuego,
que resultó tan atractiva como tú, y me dejé llevar,
en lo rojo, en lo amarillo, y lo azul tal vez,
me perdí en los colores,
me perdí en el calor,
no regresé, no supe como,
ni te volví a ver.

Perdición

la sangre se congeló,
las paredes se volvieron mucho mas duras,
y al querer latir como siempre,
formó grietas,
rompió el hielo de sangre y con sus cortes rompieron las venas,
ahora solo quedaban unos cuantos pedazos circulando por su cuerpo,
latiendo,
vibrando cada vez mas lento,
hasta llegar a la muerte,
había quedado en una total perdición,
destrucción,
por haber amado tan fuerte.