viví triste, deprimida por no estar feliz de la vida
mientras que el vivió con el corazón adolorido
unas veces lo trataba como una hermana, con cariño y enojada
otras veces como una puta me daba igual, me era nada
era perfecto, era un santo
lo usaba cada vez que lo necesitaba,
como ir al baño, como usar un abrigo
como una cosa, que no me hacia falta
pero aun así lo tenia conmigo
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