¿Será el turquesa, o será el esmeralda?
Que cada vez que me miraban
producían un escalofrió agradable en mi espalda
no tenia todo, tampoco tenia nada
veía tu primavera, veía tu grama
veía el cielo, y veía tu alma.
Unos ojos verdes que veía siempre por las mañanas
por el amanecer, por el alba
que me hacían olvidar todo lo que deseara
y sólo recordar lo que más amaba
tus ojos verdes, a ti, y a tu mirada.
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