Como cuando te compraban un globo cuando eras nene, y andabas tan feliz, y emocionado, también sorprendido de como el globo se mantenía en el aire, y a la vez te seguía a todas partes. Hasta que llega ese momento, en que sin querer lo sueltas, y se aleja lo mas que puede de ti, y tu simplemente no eras lo suficientemente alto o elástico para llegar a el, y volver a tenerlo en tus manos. O ese momento en que te lo explotan sin querer, o intencionalmente. Pero de alguna manera, siempre terminabas olvidando aquel globo. Algo así me pasa con las amistades. Paso buenos momentos con esos amigos, disfruto mi vida con ellos, hasta que simplemente llega un día, y se alejan de mi. Por cosa del destino, o por que quizás haya hecho algo mal, y que no les haya gustado, y por eso se alejaron. A la final, siempre terminaba olvidandolos. Los amigos son como los globos. No son para siempre. El día que consiga un globo que jamas se rompa, que jamas se aleje de mi, sin importar lo que haga, y que cuando te lo intenten arrebatar, igual decida quedarse contigo, pues ese día, veré a los amigos de una manera muy distinta.
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