lunes, 18 de abril de 2016

nunca recordar había dolido tanto

cada día me despierto sintiéndome mal
porque hasta dormida siento que algo me falta
y no lo puedo abandonar
un vacío, una ausencia,
nostalgia, melancolía eterna
un algo que siento que no tiene final

y cuando escucho música, lo hago pensando en eso
y cuando me aburro
y cuando me baño
y cuando me voy a dormir

a veces se me olvida
a veces lo pienso muy triste
a veces reflexiva
a veces lo pienso con impotencia

simplemente no he aprendido a dejar ir
tanto así, que intento encadenar mis recuerdos y pensamientos a mi mente
por miedo a que el viento se los lleve
por miedo a darme cuenta que nada es eterno aquí
por miedo al olvido
tanto así, que vinieron a mi cabeza recuerdos que ni sabía que había olvidado
y me aferro a ellas, lo único real de ti

¿cómo puedo cuidar a una nube por siempre
cuando esta se mueve, llueve, relampaguea, y se esfuma?
¿cómo puedo proteger mis cartas si no tengo donde guardarlas
cuando mis manos tienen otras cosas que hacer?

ya que mi mente es impredecible, y frágil en este momento
pudiera buscar nuestras fotos y allí atar los recuerdos
pero tendría un nuevo miedo, el de perder nuestros momentos juntos capturados
¿cómo puedo dejar de depender de los momentos bonitos que he obtenido?

a veces te veo en otras personas, tus movimientos, tus gestos, tus sonidos
y me pongo feliz al darme cuenta que no te he olvidado
y que te había aprendido de memoria a la perfección
pero luego en el fondo, me duele como nunca antes algo me había dolido

¿cómo puedo superar que un día reía contigo
y que ya no puedo, ni quiero reírme si no es contigo aquí a mi lado?
¿cómo puedo superar que ya no estás?
¿cómo continuar?

nunca recordar había dolido tanto
nunca había recordado tanto
nunca había querido tanto un abrazo de ti

jueves, 14 de abril de 2016

si ya me hacia falta y aun así pensaba que en cualquier momento podría llegar a verlo, ahora peor que sé que nunca lo podre ver

es como si me hubieran cortado un árbol muy grande del camino que suelo recorrer, mi vida no dependía de el, pero la diferencia se sintió enseguida, el vacío también

recuerdo decirle que me recordaba a los arboles, o a la madera
porque nos sentimos seguros con ellas, confiados
simplemente por ser natural

lo recordare por siempre,
como el árbol que en su momento
me dio oxigeno